Conocer y entender el mundo de las emociones es acercarnos más al reconocimiento del funcionamiento emocional que tenemos en nuestro propio ser. Es la fuente de conocimiento sobre nosotros mismos y una manera de descubrir las herramientas necesarias para el cambio que nos conducirá al equilibrio interno y a una mejor adaptación al medio.

jueves, 25 de agosto de 2011

10. Trabajando la culpa

Otra emoción autodestructiva es la culpa. La culpa tiene muchísimo que ver con tu nivel de exigencia personal y lo críticos que eran en tu hogar de infancia. Ponerse retos como técnica de superación está bien, pero si tus expectativas son irracionales o se contradicen con tu naturaleza innata serán la causa de una insatisfacción continuada, cada vez que no cumplas tus expectativas.
La culpa normalmente busca castigo (hiciste algo mal y tu mente justiciera cree que debes pagar por ello) y si no la liberas, te lo hará notar a través de enfermedades que serán un auténtico auto-castigo de dolor tipo la artritis, la artrosis, el dolor de huesos etc. Es importante saber que el objetivo de la vida es ser feliz y aprender a amar. A partir de aquí cada uno se pone sus normas de auto-exigencia y sus "deberías": "debería ser ordenada", "debería dejar de fumar", debería estudiar derecho", "debería ser mejor madre" etc. Algunos son tuyos, otros no. Corresponden a las expectativas de otras personas sobre ti, tú simplemente les has dado poder para que te afecten y te sientas inadecuado si no los conviertes en realidad. Pero todavía estás a tiempo de elegir. Escoge solamente "deberías" que te hagan sentir bien y mejor aún, substitúyelos por "podría": "si quisiera podría ser ordenada", "si quisiera podría estudiar derecho" etc. Para ver si eres demasiado duro contigo mismo, haz el siguiente experimento. Imagínate que tu hijo o pareja te fallan en algo. ¿Cuál sería tu reacción? Aunque inicialmente te enfadarías y lo expresarías es muy probable que los perdonaras rápido porque los quieres. Ahora imagínate que tú haces lo mismo y te fallas a ti o peor aún a una persona a la que quieres. ¿Cómo reaccionas? Probablemente tu bronca hacia ti mism@ tendrá unas proporciones algo mayores. Para saber si te estás tratando como te mereces, aplícate la misma medida que le aplicas a la persona que más quieres en este mundo. Esa persona deberías ser tú, pero si no lo eres intenta al menos acercarte a la medida que puedas tener por otra persona. Tú también te lo mereces. Y tú también lo haces todo lo mejor que puedes. La culpa no ayuda a nadie. Nada que sea sentirse mal ayuda nunca a nadie. Si realmente has hecho algo que consideras muy malo, arréglalo si se puede y luego libéralo y perdónate. La culpa reiterada se convierte en odio a uno mismo y si pierdes tu conexión interior todo se estanca en tu vida. El amor mueve el mundo; si no hay amor nada se mueve en tu Vida..  


 EJERCICIO
Haz una lista de todas las peores cosas que has hecho. Anota también tus adiciones y los comportamientos que ahora no encuentras para nada justificables. No vayas rápido, ponte música y deja que vayan saliendo. Cuando acabes observa tu lista. Si alguna cosa todavía se puede reparar, arréglala.  Si no se puede, mira si la puedes equilibrar en otra situación parecida aunque sea ayudando a otras personas en la misma situación. Si no encuentras ninguna manera, prométete que actuarás diferente la próxima que vez que la vida te presente una oportunidad parecida. Reconoce que lo hiciste todo tan bien como pudiste con la consciencia que tenías entonces y perdónate.  Cuando acabes el análisis rompe la lista y olvídate de todas esas acciones. Comprométete contigo mismo a que a partir de ahora vas a actuar de forma más consciente y ponlo por escrito en una carta a ti mismo. Llévala contigo encima a todas partes, para si te surgen dudas la tengas a mano. Recuerda que la coherencia interna es lo que le da la felicidad a tu espíritu.

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