Conocer y entender el mundo de las emociones es acercarnos más al reconocimiento del funcionamiento emocional que tenemos en nuestro propio ser. Es la fuente de conocimiento sobre nosotros mismos y una manera de descubrir las herramientas necesarias para el cambio que nos conducirá al equilibrio interno y a una mejor adaptación al medio.

domingo, 24 de abril de 2011

g) Hacer amigos

Objetivos
Reflexionar sobre la amistad.
Compartir estrategias de cómo buscar y encontrar amigos.

 Materiales necesarios
Una pizarra y una tiza.
Una hoja “Cómo encontrar amigos” para cada adolescente.
Folios en blanco y bolígrafos en caso de optar por la variante de A).

Descripción
A) Se realiza una lluvia de ideas de palabras que a cada uno le sugiere el término “amistad” (el coordinador de la sesión las va escribiendo en la pizarra).
B) Se lee la hoja “Cómo encontrar amigos”.
C) Se comparten estrategias que cada adolescente del grupo utiliza para buscar y encontrar amigos.

 “Hacer amigos”
Variante en A) : En vez de lluvias de ideas, se puede comenzar escribiendo cada uno en una hoja tres palabras o tres frases que le sugiera el término “amistad” (así se recoge la opinión de todos). Luego el coordinador de la sesión lee todas las hojas en voz alta.

La amistad es una necesidad vital:
“Se puede vivir sin hermanos, pero no sin amigos”. Ninguna persona puede autoestimarse y tener confianza en sí misma, si no tiene amigos y se siente amada. Hay quien dice que “en la vida no importa quién eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, y te acepte y te ame incondicionalmente”.
La ciencia de la amistad necesita ser aprendida. Como dice Erich Fromm:
“Sólo en contadas ocasiones nuestra cultura trata de aprender el arte de amar; dedicamos casi todas nuestras energías a otras cosas y muy pocas a aprender el arte de amar”.
Para encontrar amigos lo primero es buscarlos. ¿Dónde buscar? Allí donde encuentres comunicación de sentimientos, ideas y aspiraciones. Así, es fácil vivir experiencias de comunicación y amistad en grupos culturales, deportivos o religiosos. Apúntate, pues, a un club de actividades de tiempo libre, a un grupo scout, un club de baloncesto o de danzas, un equipo teatral, un conjunto de guitarras o un grupo parroquial.
Hecho esto, pon en práctica los siguientes consejos:
1. Cultiva los hábitos básicos de cortesía:
– Dar las gracias por cualquier favor que recibas.
– Pedir disculpas por una molestia que hayas causado.
– Recoger del suelo algo que se le cae a un compañero.
– Ceder el paso.
– Aguardar tu turno de intervención.
– No reír ante una equivocación cualquiera de un compañero.
– Ayudar al otro en una dificultad.
– Cerrar las puertas con cuidado para no molestar con ruidos.
– Pedir todas las cosas usando alguna fórmula como “por favor”.
– Escuchar con gran atención cuando nos habla un compañero.


2. Destierra el uso de motes molestos.
3. Adquiere el hábito de saludar amablemente.
4. En los trabajos en grupo, no esperes pasivamente a que los demás hablen y te lo den todo hecho; prepárate bien antes y aporta todo lo que puedas. Así los demás te verán como un elemento positivo y no como un parásito.
5. Ayuda a todo el que te necesite.
6. Pide ayuda siempre que la necesites.
7. Desarrolla la actitud de compartir tres dimensiones personales importantes:
a) tus cosas o bienes propios;
b) tu vida interior, tus vivencias de alegrías, de sufrimiento, de ilusiones, de conocimientos adquiridos, tus sentimientos y deseos íntimos; c) tus acciones o actividades de todo tipo.
8. Expresa tu afecto hacia tus compañeros de grupo. No te quedes sin decir te quiero a los que quieres.
9. Agradece a tus compañeros de grupo sus expresiones de afecto hacia ti. Así se sentirán a gusto y las repetirán más veces.
10. Sé tú mismo en todo momento. “Amigo es aquel que, a pesar de conocerte, te sigue queriendo”. Y, sobre todo, en toda relación, mira antes el dar que el recibir.

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